Hace unos meses que escribimos un artículo que ha tenido muy buena acogida por todos vosotros: la inteligencia del (intra)emprendedor. Gracias a vuestras citas y apoyos nos hemos animado a seguir abordando el tema. Hoy vamos a tratar el “topic” del título.
Basamos este "skill" del (intra)emprendedor en que es capital conocer cuáles son los puntos de apoyo que hacen que se mueva la lógica económica y así poder tener cabida en tu sector económico y de ahí dar el salto al mercado.
¿Por qué? Porque si no conocemos la realidad, mecanismos básicos, ni estructuras de la lógica económica difícilmente vamos a poder desarrollar un negocio o un proyecto que genere valor. No se nos olvide que todo negocio debe ser competitivo en relación a algo. El negocio tradicional no es frente a su sector, pero si creamos una nueva línea de negocio o empresa debe ser medible su capacidad de generar valor, y para eso debemos tener muy claro tanto nosotros como nuestros colaboradores la métrica, los conocimientos económicos para poder determinar la creación de valor.
Fijaos que hablo de crear valor, no de los conceptos de EBITDA, o CASH FLOW, o todo tipo de beneficio…. No es ese el caso. Porque ya sabemos que se puede calcular todo tipo de ratios, flujos o mediciones y éstas pueden ser erróneas sólo por el mero hecho de no haber usado unos buenos “fundamentales”.
He sido testigo y he mantenido conversaciones con altos cargos de empresas en las que me han tratado de explicar sesudos estudios que chocaban con la realidad y que habían llevado consigo muchas horas de trabajo y coste. Pero chocaban con la realidad económica y siempre por propio desconocimiento.
Ni que decir tiene que no podemos exigir a nuestros equipos que se conviertan en nobles de economía de la noche a la mañana pero sí es necesario que sean capaces de llegar a entender la lógica de la misma y hacerse preguntas con cierto criterio.
El resto, es obligación de los líderes que deben crear un entorno en el que le sea fácil encontrar las respuestas que ellos se tienen que hacer. Ya como resumen me gustaría enumerar una serie de puntos que son negociables no son todos los que deben estar pero si son en los que siempre hay que hacer hincapié : son los imprescindibles a conocer.
i) Alto grado de conocimiento de las herramientas contables: No sólo es importante saber calcular ratios, lo más importante es saber cuáles son los que son palancas para mi negocio y saber interpretarlos. Por ejemplo :De qué me vale saber si tengo una rotación de existencias “x”, si luego no sé calcular exactamente los costes en los que incurro cuando hago pedidos en virtud de ello.
ii) Tener claro el concepto del riesgo: Saber en todo momento que, todo lo que se hace en una empresa conlleva un apunte contable, y que eso genera algún tipo de riesgo, ya sea operativo, económico,,,, Por ejemplo, realizar una compra con un amplio margen posible que provenga de proveedores poco claros y que genere un riesgo reputacional a mi negocio.
iii) Estar siempre focalizado al cliente. Para ello hay que saber determinar quién es, cómo trabajar con él, qué necesita, qué demanda e incluso saber cómo puedo compartirlo con mi competencia. Por ejemplo, en proyectos para la propia firma donde se trabaja puede tratarse de un cliente interno. En ocasiones, puedo generar productos complementarios con la competencia y debo saber cómo manejar la situación.
iv) Tener la suficiente capacidad, coraje y conocimientos necesarios para mantener una contabilidad fiel reflejo de mi empresa o proyecto. Atención a este punto, es diferente al punto i) y por eso lo pongo el último. Se trata de mantener una transparencia total en todo lo que se afronte, y para ello las cuentas deben de ser exactas y reflejar en todo momento las vicisitudes de un negocio. Por ejemplo, ante un deterioro de mi circulante aplicar las correspondientes provisiones.
v) Mantenerse siempre alerta. Las vicisitudes económicas existen . Los ciclos económicos existen y existirán, y siempre hay que sabar adaptarse a los cambios y deterioros de las situaciones.
Tú líder tienes en tu mano gestionarlo, merece la pena, acepta el reto. Nos va mucho en ello.